Nuestro último destino, Bruselas, nos tenía deparadas gratas sorpresas. Una de ellas fue descubrir los ubicuos y pequeños letreros en dos idiomas, francés y flamenco, que dan cuenta de una fusión cultural que se percibe a todo nivel, ya sea gubernamental o cotidiano. La visita al Parlamentarium nos permitió indagar en esta diversidad y en la manera en que los distintos países de Europa han logrado unirse a través de propósitos comunes, a pesar de una historia marcada por guerras y tragedias. También descubrimos el Palacio Real del rey Leopoldo, gestor de la prosperidad de este país gracias a riquezas traídas desde el Congo, lugar que perteneció a sus dominios por mucho tiempo. Luego, visitamos un monumento más contemporáneo llamado “Atomium”, que representa un cristal de hierro ampliado 165 millones de veces. Una vez en el centro de la ciudad, aprendimos que los encajes, presentes en cada esquina, salvaron al país de una crisis y que uno de los emblemas del lugar es el “Mannekin pis”, reflejo de los efectos de la cultura cervecera del país. Por último, no podemos omitir los chocolates, que tanta fama han aportado a Bélgica alrededor del mundo.
Lamentamos que lo imprevisto de nuestro retorno , debido a la huelga de Air France,  nos obligue a abandonar Bruselas en la mañana del día viernes, impidiéndonos conocer la bella ciudad de Brujas como estaba programado. 

Las “traboules” de Lyon, el Coliseo de Nîmes, la imponente Catedral de Nôtre Dame, son solo algunos de los lugares que han asombrado a nuestros alumnos y alumnas durante este periplo a tierras galas. Quizás el asombro inicial frente a la belleza o quizás la cena en una mesa multitudinaria han sido instancias propicias para otros encuentros muy significativos condensados en una palabra: compartir, a pesar de las diferencias individuales… Y qué mejor que una celebración para unirnos. Precisamente tres de nuestros alumnos y alumnas estuvieron de cumpleaños y recibieron el cariño de sus amigos a través de una rica torta a la francesa o los saludos afectuosos de sus compañeros de viaje. A continuación, compartimos con ustedes algunas fotos de los cumpleaños de Ian Hinzpeter, María José López y Agustín Campos.

En la mañana visitamos lugares muy significativos durante la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, la Pointe du Hoc, donde se conservan bunkers nazis, forados donde explotaron las minas y espacios en los que murieron muchos Rangers. Más tarde, fuimos hacia Omaha Beach, costa en que desembarcaron los aliados y donde murieron miles de soldados; en la playa hay un monumento para recordar a los caídos en el combate. Consideramos que este lugar es sagrado e importante, porque representa el heroísmo de los aliados al liberar a Francia de la ocupación alemana. Después nos dirigimos hacia el cementerio americano donde están enterrados los soldados, en su mayoría cristianos. Terminando nuestro trayecto fuimos a Arromanches, donde ocurrió el desembarco de los aliados y en el que se podían ver  los restos del puente artificial que ellos crearon. También había un museo y varias tiendas de souvenirs de la Segunda Guerra Mundial.

Saludos de Vicente Bofill, Matías Ossandón y Francisco Hoffmann.

Comenzamos la mañana en el  albergue de Saint Malo, donde felizmente pudimos despertar una hora más tarde. Tomamos un desayuno energizante y después fuimos a la ciudad medieval amurallada de Saint Malo. En ella encontramos muchas tiendas de comercio, vimos muchas mujeres buenas mozas y gente oriental, lo que es muy común en Francia. Tuvimos tiempo libre para recorrer la ciudad, que fue habitada por verdaderos piratas. Después de esta visita, subimos al bus y almorzamos en un restaurante donde la atención era magnífica y le cantamos feliz cumpleaños a Agustín Campos.

Enseguida fuimos en bus a la abadía de Saint Michel, monasterio situado en la cima de una colina, por lo que estaba saturado de escaleras. La abadía era grande e interesante y ofrecía una gran vista desde las alturas. Volvimos al bus y continuamos viajando por 3 horas hacia Normandía, lugar histórico que conoceremos mañana.

Saludos Carlos Guzmán Musa, Matías Birkner Musa y Nicolás Garnham Rosenqvist

Nos despertamos en la mañana, como es habitual en el albergue en París. Nos subimos al bus y partimos hacia el gran castillo de Chambord. Paseamos por los jardines y las impresionantes salas renacentistas hasta que por desgracia se largó a llover. Volvimos al bus rápidamente y seguimos al siguiente castillo: Chenonceau. Afortunadamente había regresado el sol, nos perdimos por laberintos, vimos a unos cuantos burros, apreciamos los grandes lujos del castillo y tomamos muchos helados debido al calor. Pero la lluvia se hizo presente de nuevo. Llegamos muy agotados al albergue en St. Malo, un balneario que conoceremos mañana. Se despiden María José López, Constanza Escobar, Moserrat Maturana y Emily Skog

Hoy día visitamos el Parque Asterix; nos gustó mucho, ya que fue una oportunidad de divertirnos de una manera diferente y, al mismo tiempo, de descansar. Este parque nos llamó la atención porque tenía diversas temáticas y música. Los sectores recreaban épocas históricas distintas, teniendo como base el cómic de “Asterix y Obelix”, a través de estatuas, tiendas de souvenirs, colores, teatros, etc..

El lugar tenía una amplia variedad de atracciones para todas las edades e intereses, lo que permitió que todos disfrutáramos. Las más visitadas fueron la montaña rusa de Egipto y una montaña rusa de madera que se encuentra entre las más rápidas del mundo. Pudimos experimentar sensaciones como adrenalina, diversión y a veces hasta un poco de miedo. Un infaltable de hoy fue el clásico juego de agua “Splash”, que nos ayudó a muchos a pasar el calor que teníamos.

Tuvimos mucha suerte, ya que había poca gente en comparación con otros años, porque había sido pronosticada una tormenta, pero esta justo comenzó cuando nos fuimos del parque; por ende, igual disfrutamos al máximo todas las atracciones.

Catalina Ramos y Valentina Schneider (presi)

Pd: Saludos a las familias y perdón por la falta de comunicación, no tenemos como conectarnos. ¡Los extrañamos!

Pd2: Espérennos con empanadas.

Hoy día fue nuestro último día de clases. Al finalizar nos subimos a un bus y emprendimos viaje hacia el Palacio de Versalles. Al llegar allá, después de 40 minutos de viaje, nos separaron en 2 grupos: uno con todos los hombres y algunas mujeres, quienes partieron su tour por las grandes salas del palacio. Mientras tanto, el otro grupo se adentró en los jardines, apreciando sus grandes bellezas y magnitudes. Algunos se transportaron a pie y otros en bicicleta; desgraciadamente, los carritos de golf no eran opción debido a que era necesario tener una cédula de identidad. Varios entraron en los largos laberintos, otros admiraron las grandes  fuentes y estatuas y todos aprovecharon el wifi gratuito. Después, el grupo que estaba en el tour fue a los jardines, y el de los jardines al tour. Al volver a París tuvimos tiempo libre. Fue un día caluroso, pero aprovechado al máximo.   

Emily Skog, Catalina Reszczynski, María José López, Antonia Edwards.